Presentación DE LA PICK UP FORD A
MODELO 1936
Propietario: FERNANDO MENERVINO
22 de MARZO de 2024
En este día tan esperado en el CADACH por comenzar a transitar el año de las Bodas de Plata vamos a presentar una medio de transporte automotor, que en sus orígenes se la denominaba “chata” como a las de tracción a sangre, hasta que aparecieron las pick ups de la década del 60 que vinieron a reemplazarlas y como eran mas grandes eran “las chatas” y estas pasaron a denominarse “chatitas”.
Todo este introito es para hablar de la “Chatita” del socio Fernando Menervino, un ejemplar del año 1931 que con pasión y dedicación ha restaurado.
Haciendo un racconto de la historia, nos remitimos a los orígenes de la Ford con la producción en serie del legendario Ford modelo T, que se fabricó hasta el 27 de marzo de 1927.
Luego de ocho meses de cierre de la fábrica, se lanza el Ford A.
Este modelo fue el segundo gran éxito de la marca tras su predecesor, el Ford T (el cual fue reemplazado tras 18 años en producción continua), llegando a producirse 4 320 446 unidades del modelo A.
El Ford A se produjo en una amplia variedad de carrocerías y modelos, entre estas: cupé (estándar, Special y de lujo), cupé de negocios, cupé deportivo, roadster, cabriolet descapotable y los sedanes descapotable, phaeton (estándar y de lujo), tudor (estándar y de lujo, town car, fordor (2-ventanas, estándar y de lujo), fordor (3-ventanas estándar y de lujo), victoria, taxis entre otros y la camioneta con su caja de carga para ½ tonelada del chasis A.
A la vez Ford creó un programa aún más ambicioso de carrocería con el nuevo chasis AA de camiones de 1½ tonelada.
La versión Tudor se vendía a 500 dólares (en color gris, verde o negro) mientras que el sedán costaba 1,200 dólares.
La primera unidad fue fabricada el 20 de octubre de 1927, pero no salió a la venta hasta el 2 de diciembre del mismo año y fue designado como nuevo modelo en 1928. Poseía diversas combinaciones de colores según los modelos; pero ninguno de ellos era de color negro. En el trascurso del tiempo las combinaciones fueron variando y el negro fue incluido en algunos modelos. El Ford A se caracterizaba por tener los guardabarros pintados de negro.
Originalmente el Ford A disponía de una cilindrada de 3285 cm3 con 4 cilindros y una potencia de 40 HP.
Entre las ventajas de este nuevo automóvil figuraban la nueva caja de cambios de tres velocidades, los amortiguadores hidráulicos y el sistema de frenos en las cuatro ruedas. Se destacaba por las ruedas con radios de varilla, los limpiaparabrisas y contar con un indicador de nivel de gasolina y un amperímetro.
El intervalo de mantenimiento era cada 1000 kilómetros, y la promoción ofrecía el servicio gratuito durante los primeros 3000.
El sucesor del Ford A fue el Ford B, pero esa ya es otra historia.
Como mencionáramos entre tantos modelos existía una pick up de media tonelada que se montaba en la planta que Ford había instalado en La Boca para armar los Ford T y donde se fabricaba la caja de carga que no venía de EEUU.
Para el caso de la que tenemos aquí presente no difiere en mucho del modelo original ya que conserva toda la mecánica, solo que fue construida a partir de un automóvil.
Estas reformas proliferaron especialmente con la segunda guerra y en la década del ’50 en razón del desarrollo agropecuario, donde los chacareros reformaban los autos para tener un vehículo en que llevar sus productos a los pueblos (por caso casilleros de huevos, jaulas con pollos, con lechones, corderos y todo lo que nos podamos imaginar) y la vuelta llevar las mercaderías e insumos para las labores agropecuarias a sus establecimientos, por caminos que muchas veces no eran más que huellas.
Nunca tan adecuada al objetivo de nuestro Club es esta presentación por lo que significa para la preservación de la historia, por eso felicitamos a Fernando y lo invitamos a que la descubra para poder admirarla.